... y como dijera Borges: a por la sombra de haber sido un desdichado

extínguete...

entre gritos de silencio, pero extínguete...

a ti te dedico el alfa y el omega de todas mis golgotas nocturnas...


He de sobrevivir a todo, aunque el hecho de morir en tus labios silentes, en tu mirada que no mira, en tu alma que no ama... me atrae más, quizá más que toda esta soledad. No importa: la arrogancia revertirá...

Lo operativo

domingo, 23 de septiembre de 2012

 

la rapidez te enseña a callar, experimentar la falta de palabras gracias a la mecanización de la acción. No hay acción, cuando hay sólo un mecanismo imposible, las operaciones hacen que el cerebro... y con ello, la mirada, no pueda aprender a detenerse en un punto fijo... no hay abstracción posible en una habituación a la rapidez, es necesario salir de lo 'operativo' para poder entrar en el reino de la abstracción... pero no sé si esto hará que la abstracción, que ya no es habito, se vuelva una abstracción más auténtica: sólo queda esa ilusa esperanza.
La rapidez es una forma de ser, en la que se absorve la razón, pero se gana en la razonabilidad: se es más asertivo, pero se es -a la vez- un ente fuera de la razón. No hay abstracción posible en el mundo de lo operativo, no está la razón, pero sí sus efectos. Está el espacio de lo discriminado, el lenguaje que se apropia con plenitud de su objeto y se le mezcla. El trabajo, de hecho, consta en la configuración de un lenguaje sin equívocos, de un lenguaje que se mezcle con la operación. Trabajar en esa torre de control, no es más que ser un traductor de los carácteres de lo contingente (de lo que sería mejor, no ser). Formar un lenguaje, que no hable, un lenguaje que pueda comparecer en un silencio. Pero no en un silencio que suene, en un silencio sordo. El silencio de los sordos, es el silencio que habla el lenguaje operativo, porque es un lenguaje que no comprende otra cosa, es un lenguaje que se habla a sí mismo, sobre sí mismo, para sí mismo, pero jamás desembocando en el Otro, sino que siempre está orientado concienzudamente hacia Lo Otro. Pero no hacia Lo Otro de lo desconocido, es un Otro que ya está comprendido en la transmisión: y es que en transportes, todo es transmisión, toda transmisión es una transmisión de lo transmitido y lo que está por transmitir. El fluir de una ciudad depende del silencio sordo de tu lenguaje, depende de la absoluta unión y comunión entre el fluir del lenguaje y el fluir de las operaciones... ¿Qué son las operaciones? ¿Qué quiero decir con el mundo de lo operativo? Evidentemente, que dentro del ente intramundano, este ente es el resultado de la radicalización intramundana del ente, completamente desprovisto del acontecimiento que pueda des-cubrir-lo en/de su ser.

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