La gravedad de mi palabra, la honestidad de mi ironía y la calma de mi amargura. En definitiva, soy mi elegancia u otro Sócrates que ya se volvió loco...
... y como dijera Borges: a por la sombra de haber sido un desdichado
extínguete...
entre gritos de silencio, pero extínguete...
a ti te dedico el alfa y el omega de todas mis golgotas nocturnas...
entre gritos de silencio, pero extínguete...
a ti te dedico el alfa y el omega de todas mis golgotas nocturnas...
He de sobrevivir a todo, aunque el hecho de morir en tus labios silentes, en tu mirada que no mira, en tu alma que no ama... me atrae más, quizá más que toda esta soledad. No importa: la arrogancia revertirá...
martes, 6 de diciembre de 2011
Lo lamenta:
ira de Tifón
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παθος...
en
22:42
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