Me has pisoteado una eternidad, con un momento de tu mirada...
Agonizo de ti, y al mismo tiempo, soy Dios... Un segundo me es una eternidad... Una eternidad, para mí, es un segundo, ese segundo tuyo y mío, que nos vive aún.
... y como dijera Borges: a por la sombra de haber sido un desdichado
extínguete...
entre gritos de silencio, pero extínguete...
a ti te dedico el alfa y el omega de todas mis golgotas nocturnas...
entre gritos de silencio, pero extínguete...
a ti te dedico el alfa y el omega de todas mis golgotas nocturnas...
He de sobrevivir a todo, aunque el hecho de morir en tus labios silentes, en tu mirada que no mira, en tu alma que no ama... me atrae más, quizá más que toda esta soledad. No importa: la arrogancia revertirá...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 lanza en mi costado:
Publicar un comentario