... y como dijera Borges: a por la sombra de haber sido un desdichado

extínguete...

entre gritos de silencio, pero extínguete...

a ti te dedico el alfa y el omega de todas mis golgotas nocturnas...


He de sobrevivir a todo, aunque el hecho de morir en tus labios silentes, en tu mirada que no mira, en tu alma que no ama... me atrae más, quizá más que toda esta soledad. No importa: la arrogancia revertirá...

Sensibilidad del Tiempo (Vulnerabilidad...)

martes, 5 de abril de 2011

 

Ninguna cosa hay, que haya vulnerado más los espíritus del mundo, que el tiempo.
Siempre se ha puesto el acento, la esencia y el centro de toda problematicidad en sus conceptualizaciones vacías del cambio, la sociedad o las ideas. Pero no, todo ello no es más que una vía desesperada de escape ante el tiempo mismo... entender el tiempo sin cambio, pareciera ser imposible... pero el solipsismo y la reflexibidad nos golpean con el tiempo sin adjetivos... El tiempo es aquello que hemos buscado eludir desde el instante mismo en el que recordamos, hacemos historia y presentamos ideas neutras aisladas de toda intencionalidad.
El tiempo es ese gato del que todo ratón corre, pero con consciencia de que será atrapado y devorado con él... con la consciencia de ser parte del tiempo, alguna vez.
Antiguamente era un gran paso a la consciencia de la realidad considerarnos como cambio... pero ahora considerarnos como tiempo es necesario: cambio es poco decir, historia es menos.
Decir que somos tiempo, quiere decir que somos vulnerabilidad, que somos menos que una hoja seca agitada por un vendabal otoñal...
¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que no es que seamos algo vulnerable, sino que somos vulnerabilidad misma. Somos el tiempo y somos el infinito, no podemos dimensionar la finitud de nuestra vulnerabilidad... Somos tiempo y no el relato que se hace de él... ¿Puede alguien pensar El Tiempo? Es completamente imposible, o es muy nuestro o nos es tan lejano... pero jamás podremos hablar con propiedad de él: jamás podríamos conocer nuestra constitución misma, a no ser que podamos ver nuestro cuerpo desde afuera de él. El tiempo es todo, y no podemos conocerlo más que saliendo de él, en soledad.
No es que conoscamos algo de él, ni un poco... todo lo que conocemos es tiempo, pero no podemos verlo desde dentro...
¿Quién puede saber qué es una caverna si jamás ha salido de ella?

.•Hliðskjálf•.

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