Hoy, vi en las cercanías de la universidad, afuera del bar entrelatas, una vez más, una escena de golpes, amenazas, persecuciones... evidentemente, parecía no ser una situación muy compleja, más bien pasajera, efímera, cotidiana. Lo que quería remarcar, es que además de esa consciencia de lo cotidiano de esa violencia no tan preocupante, se me apareció como horrorosa, me llenó de amargura, me exaltó, me hizo sentir triste, me afectó hasta el paroxismo... era obvio, me atraía a la cabeza esa violencia que asociaba con el amor, esa violencia que empapó de lágrimas el pesar de mi historia con la innombrable. En esa misma altura de la Alameda yo había sido golpeado por la pasión de un amante. La sola visión de la violencia, en un espacio cercano a ese, me afectaba demasiado, me llenaba de amargura y venían a mi mente todas esas ideas (que hace tiempo estaban ausentes) acerca de la nulidad o la estupidez de la violencia. Para mí, ya hace tiempo, la violencia se acercaba a ser una instancia creadora de sentido indispensable... y así veía la debilidad yacida en mí, la fuerza que en mí se ha apagado, el vacío de sentido al que pertenezco. La violencia, siempre va de la mano con el sentido, con el sentir. Se lucha por aquello que vale la pena, se lucha, se agrede, se abusa, se tortura a veces también, en pos de algo, de un objeto que constituye sentido, de una idea, en mi caso, de un sujeto. Para mí la violencia era la única forma de reivindicar una dignidad que veía sobrepasada por un otro que abusaba y al cual no podía acceder a través del lenguaje (aunque lo intenté...)
Y es así, que ante la visión de la violencia, ante su acontecimiento ahí presente, me encontré con mi pasado. Me encontré con el vaciamiento de sentido que viene ocurriendo desde hace un tiempo que no sé cuál es... (no creo que haya empezado todo cuando descubrí el engaño del que vivía, esto viene de antes, quizá mi experiencia de trabajar me ayude a explicar un poco eso).
La historia, se veía allí desmantelada ante el acontecimiento de la violencia...y no quería dejarla pasar un segundo, la viví, la vivo ahora, mientras escribo, mientras surco estas palabras con horror en mi historia, en mi piel, en mi memoria.
... y como dijera Borges: a por la sombra de haber sido un desdichado
extínguete...
entre gritos de silencio, pero extínguete...
a ti te dedico el alfa y el omega de todas mis golgotas nocturnas...
entre gritos de silencio, pero extínguete...
a ti te dedico el alfa y el omega de todas mis golgotas nocturnas...
He de sobrevivir a todo, aunque el hecho de morir en tus labios silentes, en tu mirada que no mira, en tu alma que no ama... me atrae más, quizá más que toda esta soledad. No importa: la arrogancia revertirá...
jueves, 7 de noviembre de 2013
Lo lamenta:
ira de Tifón
Categorías
Amor...,
Confesión...,
lluvia...,
Mujeres...,
Olvido...,
recuerdo...,
Vacío...,
Θάνατος...,
παθος...,
φοβος...
en
17:17
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 lanza en mi costado:
Publicar un comentario