Vivir, quizá, sea esa constante espera del momento en el que te sacas los ojos, por haber descubierto la naturaleza de los confines de tu alma. Sí, ese horror predispuesto nos llama a que evitando lleguemos a lo evitado. Ocultando lleguemos a lo ocultado... olvidando lleguemos al recuerdo. El recuerdo... es fármaco para el olvido.
... y como dijera Borges: a por la sombra de haber sido un desdichado
extínguete...
entre gritos de silencio, pero extínguete...
a ti te dedico el alfa y el omega de todas mis golgotas nocturnas...
entre gritos de silencio, pero extínguete...
a ti te dedico el alfa y el omega de todas mis golgotas nocturnas...
He de sobrevivir a todo, aunque el hecho de morir en tus labios silentes, en tu mirada que no mira, en tu alma que no ama... me atrae más, quizá más que toda esta soledad. No importa: la arrogancia revertirá...
miércoles, 21 de septiembre de 2011
Lo lamenta:
ira de Tifón
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