Tenía miedo
La puerta se ha abierto, pero el Dios era una araña.
Se me ha acercado... y he visto su rostro: era horrible y frío.
Ha subido por mi cuerpo y ha intentado penetrarme; me he defendido.
Le veía los ojos: fríos y tranquilos.
Al no poder penetrarme, ha subido por mi pecho, hasta mi cara y la pared.
He visto a Dios.
.·Ingmar Bergman·.
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