¿Alguna garganta podría soportar cantarle una elegía al tiempo?
De seguro que no, una elegía a por el tiempo, es lo que hace correr la sangre por nuestras venas.
La fisiología de un ser humano, como este que les habla, está hecha de lamentos. Distintos lamentos hacen su cuerpo y su corazón es su melancolía; su cerebro, la nostalgia de lo eterno y sus ojos, indudablemente son el sufrimiento.
No puede ser que restrinjamos nuestro dominio a los actos, Pues al ser actos, nosotros también, sería inconcebible que no tuvieremos la capacidad de inercia y de vacuidad absoluta. Somos un lamento infundado y profano, que busca aquello que quiere destruir: la felicidad.
Todo hombre, por naturaleza, desea llorar. Prueba de ello es que su primer contacto con el mundo, generalmente, sea el llanto. Pues el llanto es la mejor manera de aprehender los dominios de la Representación, el llanto lleva consigo, la tendencia a la introspectiva y la mejor forma de conocer lo que aparentemente está fuera de nosotros, es mirándonos hasta el infinito, sin ya nunca parar.
Somos completamente inconmensurables, como una diagonal. No podemos delimitar nuestros actos, por lo tanto, el lamento no es una entidad limitable. Es una actividad que habita la infinitud, que es mixta entre la infinitud absoluta y la puntualidad determinada.
La alegría, no es más que un llanto que se manifiesta de otra forma. Las dos versan sobre la indeterminación y el absurdo. El llanto sonriente, y la sonrisa que llora son las que luce un organismo moribundo como el que, ahora, desliza suavemente sus dedos por el teclado, mirando a la pantalla y se ve impactado por la ambigüedad del existir, de ser-en-el-mundo.
Más allá de que este (quien escribe) ente sea un ser para la muerte. es también un ser-en-el-mundo que es ser para el olvido...
¿Existe una categoría lo suficientemente lógico-lingüística, y de tal grado semántico, que pueda expresar lo que ahora pasa por mis ojos?
No lo sé...
pero me gusta una palabra: Ira.
Esta ira en resistencia, es el universo entero. Y lo multiverso sería, por su puesto, el miedo.
Nada escapa de la Ira, del miedo, de la amargura y de mi pasión.
Sólo quisiera que esta ira, este miedo y esta pasión sean olvidadas por lo eterno... Ya viene la hora del Lobo y temo que los espíritus me asolarán un día más. Allí en medio del frío patio veré pasar al cadáver de una Ofelia y mi maravilla, mi llanto será nuevamente, mi pasión.
Mañana, posiblemente, veré una vez más ese rostro, ese cuerpo, esos ojos... ahhh... ¿Puede haber algo más horroroso que estar cerca de la sublimidad inmunda de una belleza indómita y fumadora?
...
Inmundicie, belleza dos palabras para designar la maravilla. Me he sentido amalgamado de aquella imagen fugaz y desconocida, que va al pasar de un lado a otro.
Comparto espacios con una maravilla perentoria, que ruega no se le dé más que la mirada. Qué lamentable, que no se acerque a mí... Pero ese lamento, guarda en sí, el epinicio de no volver a darme a otra, sino que empezar a darme a sí mismo.
Lamentablemente, quiero amar. Deseo aquello de lo cual, debiera alejarme definitivamente...
¿Hasta cuándo más deseo?
... y como dijera Borges: a por la sombra de haber sido un desdichado
extínguete...
entre gritos de silencio, pero extínguete...
a ti te dedico el alfa y el omega de todas mis golgotas nocturnas...
entre gritos de silencio, pero extínguete...
a ti te dedico el alfa y el omega de todas mis golgotas nocturnas...
He de sobrevivir a todo, aunque el hecho de morir en tus labios silentes, en tu mirada que no mira, en tu alma que no ama... me atrae más, quizá más que toda esta soledad. No importa: la arrogancia revertirá...
miércoles, 1 de septiembre de 2010
Lo lamenta:
ira de Tifón
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16:26
.·Hliðskjálf·.
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