... y como dijera Borges: a por la sombra de haber sido un desdichado

extínguete...

entre gritos de silencio, pero extínguete...

a ti te dedico el alfa y el omega de todas mis golgotas nocturnas...


He de sobrevivir a todo, aunque el hecho de morir en tus labios silentes, en tu mirada que no mira, en tu alma que no ama... me atrae más, quizá más que toda esta soledad. No importa: la arrogancia revertirá...

El golpe, la caída y la sangre

miércoles, 21 de julio de 2010

 

La contemplación infinita, unos minutos, mirando la sangre caer, preguntándome:
¿Acaso son mis lágrimas las que devienen sobre el piso?
El tormento de experimentar la huída de mi dolor, su ausencia, fue el peor de los sufrimientos. Un cuerpo endormecido en un alma entorpecida, llena de dolor y de autoconmisceración. Un alma entorpecida, que no halló más remedio que dejar sus lamentos en el piso, en forma de lágrimas ensangrentadas.
Una pesadumbre majestuosa: las miradas atónitas encurzadas a un sangrante. A un ánima que apesadumbrada se puso a llorar.
El paso del tiempo... horrorosamente beato. No se distingue lo efímero de lo eterno, fue sólo un pequeño espacio temporal, pocos minutos; pero fue un espacio, determinado por el indeterminante e indeterminado sonido de Pearl Jam.
La chorrera, lenta y liberadora, caía y luego se secaba sobre mis cabellos. Mi cabello tiene el honor de recibir las lágrimas de un ánima que aprendía a saltar.
La sensual y pornográfica caída, la sangre sobre el piso andante de un bus que viajaba lejos de casa...
Bellos momentos, ¿cuánto más deberé experimentar la infinitud sangrienta del eterno caer...se(r)?

.·Hliðskjálf·.

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