¿Acaso amamos lo que dominamos?
¿Acaso dominamos lo que amamos?
¿Qué es un amor que sólo vive aplastando, desmenuzando, prescribiendo, siguiendo a como de lugar el propio ser en alguien más?
Seguramente, eso es lo que más puedo detestar y denunciar. Pues creo que el amor es justamente la antinomia del poder y la dominación, ya Jung lo hubo de señalar en su texto Realidad del Alma : "Donde hay un vacío de amor se llena con poder y viceversa". Nada más antitético y contrario al amor que el poder, la dominación. El amor es pasión, apego y abandono, mientras que el poder es por el contrario conquista, dominación y proyección individual hacia lo dominado.
Nada quisiera más alejarse de sí-mismo que el amor, pues abandona los propios deseos y proyecciones por las de la amada. Por el contrario, el poder busca imponer los propios deseos y proyecciones a la amada, nada más que una proyección de sí hacia alguien más.
No hay nada más lleno de amor, que dejar de querer, desear y esperar, en definitiva de escucharse a sí-mismo, acallar al espíritu, esconderlo o quizá lisa y llanamente matarlo para que no vuelva nunca más.
Nada más voluntarioso que desear, dominar y seguir conquistando todo lo externo en pos del placer, escuchar al espíritu hasta la impertinencia y escupir, desdeñar y matar esa ilusión horrible y triste de "Los otros".
¿Qué elegir?
¿Acaso podemos elegir o el poder y el amor siempre son los que nos eligen a nosotros?
.·Hliðskjálf·.
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