A veces tener un deseo que no deseas, querer hacer algo que...en realidad... prefieres obstruir toda posibilidad de hacer. Sí, un deseo realmente humillante, patético, de demostrar el sufrimiento con una persona que no quiere compartir nada... y el orgullo te ha salvado (una vez más) de confesarle lo que sientes, de hacérselo saber de alguna manera, por breve que fuera. Hay sentimientos que viven ocultos y que el revelarlos a la persona a quién van dirigidos significa una perdición tan profunda y abismal, que pensar en otro día de vida luego de una confesión semejante, es muy difícil.
Realmente, es asqueroso saber que se confió en alguien y que se te traicionó... pero a fin de cuentas, se sabe que no importa mucho, que tu confíes, quiere decir que creíste que un alguien, era un tipo determinado de persona al que... ni se asemejaba. ¿Qué reclamar? ¿que creíste que una persona era tal y tal por lo que esa persona decía o hacía? realmente, no hay mucho que decir, el caso está perdido y hace mejor dejarlo atrás. Son cosas de las que uno se preocupa cuando su vida está detenida, cuando no ha abierto su horizonte, porque no conoce nuevas posibilidades, porque no se ha despejado de sus antiguos fantasmas, porque no ha dejado de lamentarse de lo que pudo haber sido mejor... aunque no estuviera en sus manos y quizá en las de nadie, tampoco. No hay a quién culpar de lo que creíste, ni de lo que pensaste. Simplemente fue el descalabro de tu mente que buscó una imagen beatífica y trato de fingir encontrarla hasta poder creerse sus propias mentiras. El tiempo sigue, y sigo aquí, sin cambio... mi estremecimiento se reduce a un agua con azúcar, sigo sin explotar, sigo sin sacar esto hacia un nuevo camino. Es que el tiempo no me ha logrado arrastrar, por lo pesado que le soy, por lo denso, o simplemente, por lo terco y duro.
En fin, el tiempo solo lleva las cosas a su fin, a su límite, y aun no lo encuentro... pero saber esperar, es lo que aprendo de nuevo...
... y como dijera Borges: a por la sombra de haber sido un desdichado
extínguete...
entre gritos de silencio, pero extínguete...
a ti te dedico el alfa y el omega de todas mis golgotas nocturnas...
entre gritos de silencio, pero extínguete...
a ti te dedico el alfa y el omega de todas mis golgotas nocturnas...
He de sobrevivir a todo, aunque el hecho de morir en tus labios silentes, en tu mirada que no mira, en tu alma que no ama... me atrae más, quizá más que toda esta soledad. No importa: la arrogancia revertirá...
domingo, 14 de abril de 2013
Lo lamenta:
ira de Tifón
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11:00
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