... y como dijera Borges: a por la sombra de haber sido un desdichado

extínguete...

entre gritos de silencio, pero extínguete...

a ti te dedico el alfa y el omega de todas mis golgotas nocturnas...


He de sobrevivir a todo, aunque el hecho de morir en tus labios silentes, en tu mirada que no mira, en tu alma que no ama... me atrae más, quizá más que toda esta soledad. No importa: la arrogancia revertirá...

Meditaciones III

domingo, 21 de noviembre de 2010

 

La libertad -al igual que la verdad-, es mujer. La diferencia, está en que esta mujer, es de las que todos buscamos apenas se ausenta y cuando está presente, da tanto asco, que la rechazamos a como dé lugar, cueste lo que cueste. Mientras que la verdad, esa que nadie quiere, es de las que en cuando se llega a ella (por accidente, por arbitrariedad y por lo ineludible) resulta tan horrorosa, que el olvido es lo único que nos sana del malestar de su presencia.
El misólogo es un honesto de su deshonestidad: ¡cuánto dolor es el de ser tomado de una idea!

.•Hliðskjálf•.

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