Universo: olvídame, deja de pasarme una y otra vez por tú corazón.
Deja de torturarme con la profana revelación de lo inefable.
Lo que no me toca es lo tocado, lo tomo en mis manos y ya no es más que un recuerdo tocante, que me afecta, que me siente en sus profundidades... Es sólo una representación (quizá estética) del tiempo, es sólo un olvido del recuerdo.
La belleza está en el olvido, olvidar la triste levedad de mi mirada sobre una otra... Una otra que se fué, una otra que me olvidó... y la tragedia de un universo que allí, intacto, me hace sentir las lágrimas del recuerdo de lo mío... La reminiscencia que es la existencia y el mundo mismo, me recuerda a mí ahora:
Caí presa de un dolor universal, saqué la amargura que necesitaba de un segundo... de una falsa mirada, un engaño de los sentidos, una mentira de los recuerdos... me caí a un nuevo abismo, el que tiene su fondo en lo eterno, en la displacentera existencia de un individuo: el que habita un universo que se baña con sus lágrimas.
Universo: ¡Olvídame!
Ya estoy hasta el cansancio de que tú: una, simple, indivisible y absoluta partícula que formó mi siempre, mi máscara... Tú, en quién busqué mi identificación, tú que me separaste de ti, tú que me lanzas al recuerdo de la representación, de la vasofia impúdica de las construcciones, de la melancolía cicatrizada que es la materia y de el miedo en inercia que es el universo entero...
La afirmación del universo, es la afirmación del miedo que se puede encontrar en cada rincón de la inercia que es lo otro... Lo mío, aquello es lo que lamento, aquello es el universo...
Universo: ¡olvídame! Pero... ¿Por qué?
Porque ya no existes, no quiero ser un recuerdo del vacío; Si me olvidas, me recuerdo... es decir: soy.
... y como dijera Borges: a por la sombra de haber sido un desdichado
extínguete...
entre gritos de silencio, pero extínguete...
a ti te dedico el alfa y el omega de todas mis golgotas nocturnas...
entre gritos de silencio, pero extínguete...
a ti te dedico el alfa y el omega de todas mis golgotas nocturnas...
He de sobrevivir a todo, aunque el hecho de morir en tus labios silentes, en tu mirada que no mira, en tu alma que no ama... me atrae más, quizá más que toda esta soledad. No importa: la arrogancia revertirá...
martes, 10 de agosto de 2010
Lo lamenta:
ira de Tifón
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16:34
.·Hliðskjálf·.
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