Nacimos víctimas de la vida, de la fantasía y la esperanza. Nuestros espíritus esclavos ya, al sol y a sus mentiras, no dejan de ser libres. La más libre de las esclavitudes es la vida, donde la voluntad juega con nosotros, como si tuviesemos algo de gracia.
Engatuzados por ella, nos dejamos arrastrar a este juego vacío, donde el placer y el dolor a menudo se presentan muy juntos; nos duele y llenos de placer vemos cada día, nos levantamos y vamos a jugar.
¿Cuál es el juego preferido de los hombres?
El jugar a decir la verdad: hacer como si las cosas que están, por aquí y por allá, tuvieran alguna significancia, algúna atisbo de concordancia con el propio ser... y al darse cuenta de que esa concordancia entre la representación y el individuo, lisa y llanamente, no exist; ahí el juego de decir la verdad se vuelve total e indiscriminadamente, el juego de las mentiras.
El juego no involucra sangre, porque no tiene ideas. Sólo palabras, sonidos vacíos de sentido y llenos de necesidad...
Vamos a una calle donde trazamos las líneas de nuestro destino y creemos que es tan simple...
Creemos saber hacia dónde vamos, o a veces, ni siquiera lo creemos, tan sólo dejamos de pensarlo, de idearlo. Pero ante una pregunta, no hacemos otra cosa que decirlo. Decimos lo que no pensamos.
Jugamos un juego donde el espíritu se hace esclavo de las palabras, las palabras a los otros. ¿Acaso alguien podrá entenderte? lo que tu piensas, jamás podrás expresarlo en palabras. Lo que decimos, es aun más lejano de lo que hacemos.
El hacer, el decir y el pensar, son cosas completamente distintas y hasta en completa discordia...
Somos persona, Prosopon , máscaras de un rostro pensante...
Somos sólo el aliento que sale de esa máscara, somos eso para nosotros... para los otros, no somos y nada más.
No somos en un mundo, un mundo es en nosotros.
... y como dijera Borges: a por la sombra de haber sido un desdichado
extínguete...
entre gritos de silencio, pero extínguete...
a ti te dedico el alfa y el omega de todas mis golgotas nocturnas...
entre gritos de silencio, pero extínguete...
a ti te dedico el alfa y el omega de todas mis golgotas nocturnas...
He de sobrevivir a todo, aunque el hecho de morir en tus labios silentes, en tu mirada que no mira, en tu alma que no ama... me atrae más, quizá más que toda esta soledad. No importa: la arrogancia revertirá...
viernes, 16 de julio de 2010
.·Hliðskjálf·.
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